Tratan de alargar la vida de los humanos hasta los 500 años a partir de investigaciones con gusanos

Tratan de alargar la vida de los humanos hasta los 500 años a partir de investigaciones con gusanos

El estudio genético de los gusanos platelmintos C. elegans va a permitir alargar la vida de los humanos… ¡hasta cinco veces! Resulta, nos cuentan en Quo, que estos gusanos tienen muchos genes iguales que los humanos.

Estos gusanos platelmintos C. elegans solo viven tres semanas. Esto facilita comprobar los efectos de las modificaciones genéticas o ambientales en lo que respecta a la duración de la vida.

Así, investigadores biólogos del laboratorio de Mount Desert Island, colaborando con el Instituto Buck de California y la Universidad de Nanjing en China han hecho importantes descubrimientos.

Encontraron dos vías moleculares en estos gusanos cuya actuación sinérgica contribuye decisivamente a alargar la vida. Una de las rutas es la insulina y observaron cómo absorbían la glucosa las células. La otra ruta es la de la diana de rapamicina (TOR, mTOR en mamíferos). Es la mediadora de la regulación del crecimiento y la muerte celular programada.

En unos ensayos anteriores, cuando se alteraba la ruta bioquímica de la insulina se conseguía un aumento de la longevidad del 100%. En el caso de la modificación genética del TOR, el resultado era de un 30%.

Sinergia de genes para alargar la vida

Sorprendidos quedaron cuando combinaron las dos modificaciones y comprobaron que la longevidad se multiplicó por cinco. Es decir, trasladado a los seres humanos, supondría llegar a los 500 años.

Todo se basa en el papel que juegan las mitocondrias en el envejecimiento. Éstas son los componentes de las células que producen energía. Detrás del porqué envejecemos y morimos estarían los fallos en las mitocondrias, como se ha constatado en los últimos años. Si se actúa sobre ellas, se podría encontrar el modo de retrasar, parar o revertir el envejecimiento.

Esta sinergia entre estos genes explicaría también la longevidad de personas centenarias que viven muchos años. Por el momento no se ha podido identificar a un único gen responsable de ello.

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