Argelia.
Según informó Noureddine Bedoui, ministro del Interior de Argelia, las autoridades de este país han deportado a casi 30.000 inmigrantes que procedían del África subsahariana desde 2015, y seguirán enviándoles de regreso a sus países de origen aunque grupos de defensa de Derechos Humanos critiquen esta medida.
El país norteafricano es un alto en el camino y un posible destino para los inmigrantes de África que huyen de la pobreza, la represión y la inestabilidad. Así, la mayoría de los que se quedan en Argelia vienen de Burkina Faso, Chad, Malí y Níger, trabajando en el sector de la construcción, mientras que otros consiguen pasar a Marruecos o a Libia para luego llegar a costas europeas.
El ministro del Interior Índico en el Parlamento que la operación de deportaciones continúa abierta después de haber desmantelado varios grupos que se dedicaban al tráfico de personas, pero que aún hay muchas redes activas. Tanto activistas como ONG, como Human Rights Watch critican estas deportaciones, llegando esta organización humanitaria a denunciar que estaban siendo llevadas a cabo de forma “degradante”, no dando la oportunidad a los inmigrantes de que se revisen sus casos individualmente.
Al menos 30.000 inmigrantes han sido deportados de Argelia
