¿Por qué no se dice que morirá un millón de personas en África este año?

¿Por qué no se dice que morirá un millón de personas en África este año?

Un millón de personas podrían morir en África, pero no por la epidemia de coronavirus, sino por malaria. Se trata de un efecto colateral, ya que los esfuerzos de la salud pública en todo el planeta se están concentrando en el SARS-CoV-2.

En consecuencia, se podrían provocar otras emergencias médicas, como en África, en concreto más abajo del Sáhara. Ahí podrían morir 769.000 personas a causa de la malaria, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Algo que no ha sucedido en veinte años.

Ayer se celebró el Día Mundial de la Malaria y la agencia de salud de la ONU, en colaboración con otros socios, quiso poner en valor la importancia de las medidas de prevención y atención frente a esta enfermedad.

Esta región subsahariana sufre más de nueve de cada diez casos detectados a nivel mundial. Además más de dos tercios de las personas que mueren son niños menores de cinco años.

La OMS está preocupada por el retraso en el comienzo de la campaña de distribución de redes anti mosquitos. También por el del acceso a medicinas contra esta enfermedad. En un informe, se expone el estudio realizado de las medidas aplicadas por 41 países ante mueve posibles escenarios.

Ya se debería haber empezado con la campaña de reparto de redes en África

En el peor de ellos supone el aplazamiento de todos los programas de reparto de redes. También, que no se pueda acceder a los medicamentos en el 75% de los casos. En ese supuesto, más de 769.000 personas morían. De ser así, sería el doble de las muertes de 2018.

La organización dependiente de la ONU ha hecho un llamamiento para aprovechar la “ventana de oportunidad” que ofrecen los pocos contagios con coronavirus que todavía hay en África. Así, se minimizarían las repercusiones en los programas de prevención contra la malaria.

Asimismo, ha instado a “acelerar” las campañas de control de la enfermedad y a mantener las terapias para embarazadas y niños en todo caso. Un diagnóstico rápido es “esencial” para que los casos leves no empeoren y, en consecuencia, haya riesgo para la vida del paciente.

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