«Los niños con VIH son los grandes olvidados de la epidemia a pesar de que en ellos la incidencia de mortalidad es rápida y altísima», señaló Susana Morales, presidente de la Asociación Familias de Colores.
La diferencia de recibir el tratamiento o no, cuando se padece VIH, es la vida plena o la muerte en pocos años.
Tristemente, es la epidemia que más huérfanos ha dejado durante la historia, y, sin embargo, en España las cifras en cuanto a familias que estén dispuestas a adoptar un menor con VIH son lamentables y se debe a la falta de información por parte de las autoridades competentes.
Este desconocimiento provoca que dejen de adoptarse estos niños, que abarrotan los orfanatos de medio mundo, y cuya única esperanza de vida pasa por la adopción internacional.
Menos de diez de las miles de familias españolas declaradas idóneas para adoptar han solicitado adoptar a estos pequeños, una cifra muy baja en comparación con la de otros países europeos. Por ello, le propusimos a CESIDA(Coordinadora Estatal VIH y Sida) llevar a cabo este proyecto, que comenzó hace dos años con el nombre «adopta en positivo» para poder facilitar información a las familias adoptantes.
Los datos son dramáticos. En 2016 murieron 120.000 niños y se infectaron 160.000 más.
«Los niños son los grandes olvidados del VIH», esto es algo en lo coincide toda la Comunidad médica y científica.
Mientras que en los adultos se tardan muchos años, un porcentaje altísimo de los niños afectados fallece antes de cumplir los 5 años.
Así lo ha asegurado la presidenta de la Asociación Familias de Colores, Susana Morales, durante la clausura de la jornadas «Adopta en Positivo».