Adiós, Diego, adiós

Adiós, Diego, adiós

El inesperado fallecimiento el miércoles de Diego Armando Maradona ha dejado a toda Argentina consternada y al mundo del fútbol perplejo y huérfano. El astro argentino moría en su casa de Dique-Luján, al norte de Buenos Aires, después de superar la operación a la que se sometió por un hematoma subdural.

Las muestras de dolor por la muerte de Diego Armando Maradona se suceden a lo largo y ancho del país sudamericano. Allí, como en Nápoles, es un ídolo.

Alberto Fernández, presidente de Argentina, “decretará tres días de duelo nacional a partir del día de la fecha”, anuncia en un comunicado el Gobierno argentino.

Además, la Casa Rosada, sede en la capital bonaerense del Ejecutivo del país, es también la sede donde se instaló la capilla ardiente desde ayer. Así será durante 48 horas. Se espera una afluencia masiva para despedir al eterno ‘10’.

Su velatorio será abierto a todo el mundo. No obstante, el Gobierno recuerda que tendrá que ser bajo un dispositivo especial de seguridad por la epidemia de coronavirus.

Diego Armando Maradona nació en Lanús, en la provincia de Buenos Aires, el 30 de octubre de 1960. Pelusa, o Cebollita, o Barrilete Cósmico, o Pibe de Oro, o D10S, cualquiera de sus apodos sirve, nació con el fútbol en la sangre.

Practicó el deporte rey como futbolista y como entrenador. Los expertos, ex futbolistas y aficionados lo consideran el mejor jugador de fútbol de la historia. De hecho, fue elegido por la FIFA “mejor futbolista popular del siglo XX” y el tercero oficial, sólo por detrás de Pelé y Johan Cruyff.

En la retina, el mejor gol del siglo, en cuartos del Mundial de México 1986 frente a Inglaterra, arrancando desde el centro del campo, sorteando rivales y arrojando el cuero a las mallas. Y, cómo olvidar, el Gol de la mano de Dios. Él mismo admitió que lo marcó con la mano, pero el árbitro no lo vio.

Con la selección argentina, ganó un Mundial, precisamente el de 1986, y fue subcampeón en el de 1990 de Italia. En el país transalpino ganó dos Scudettos con el Napoli –los primeros, y únicos, del conjunto Azzurri–. También una Copa de Italia y una Copa de la UEFA.

Comenzó su carrera profesional en el Argentinos Junior, pasando al Boca Juniors, FC Barcelona, Napoli, Sevilla FC, Newell’s Old Boys, hasta retirarse tras su regreso al Boca Juniors.

Aunque todavía se desconocen las causas –se le está realizando la autopsia—, falleció a los 60 años por un posible paro cardiorrespiratorio. Se ha ido una leyenda. Adiós, Diego, adiós.

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