Ada Colau revalida como alcaldesa de Barcelona, gracias al acuerdo suscrito con el PSC y los tres votos “regalados” del grupo liderado por Manuel Valls.
Antes, había manifestado sus preferencias: “Es una cuestión que no nos gusta, no nos lo hubiéramos imaginado nunca, y nos ha hecho dudar mucho y debatir internamente”, por ello, BComú ha decidido no renunciar a gobernar con unos votos que no han buscado, asi lo ha asegurado en rueda de prensa junto a los miembros de su candidatura y de su equipo.
Colau informó que se realizaría una consulta entre los asociados de su formación acerca de si la preferencia es que sea alcaldesa con el PSC o con ERC, aunque la dirección prefiere la opción del PSC.
Además la alcaldesa en funciones ha garantizado que la posición de BComú no cambiará a pesar de aceptar los votos “regalados” de Valls, ni en las políticas económicas, ni en lo referente a los dirigentes independentistas encarcelados: “No contemplamos en absoluto depender de los votos de Cs ni Valls”.
Había incidido en que solo cuentan con los votos de Valls para la investidura y no han llegado a ningún tipo de acuerdo con el ex primer ministro francés.
Respecto a si se volverían a colgar lazos amarillos en la fachada del ayuntamiento, dijo que ese tema se someterá a votación en la Junta de Portavoces: “Haremos lo mismo. Si hay una mayoría, que se ejecute, como hemos hecho estos cuatro años”.
La primer edil ha manifestado que su apuesta por el PSC se debe a que es la que le permite volver a ser alcaldesa: “La gran diferencia no es entre ERC o el PSC, sino la Alcaldía. La Alcaldía es clave” a nivel ejecutivo, puesto que es muy importante para poder liderar políticas y mantener las prioridades del Gobierno municipal.
“En estos cuatro años hemos constatado la importancia de la Alcaldía”, ha manifestado, dando respuesta a aquellos que la han acusado de mantener la silla de sus concejales, los cuales han renunciado a dietas, se han bajado su sueldo, han aprobado códigos éticos y han demostrado que si están en política es para promover un cambio.
Colau ha trasladado que los detalles de la negociación se darán después de la investidura; reconoce que se ha abordado algo del programa y que, respecto a la situación en Cataluña: “Cada formación tendrá su posición”.
Ha reconocido que el diálogo con ambas formaciones, PSC y ERC, ha sido positivo, ya que a pesar de no ser posible articular un tripartito, se ha logrado abrir debate acerca de la ciudad y han modificado posiciones las dos formaciones: “No habrá un tripartito este sábado, pero sí se debe poder hablar y que un día más lejano se puedan superar bloques”.
Ha manifestado su desacuerdo con que Maragall paralizara las negociaciones para que BComú no negociara con el PSC y la actitud de los republicanos a lo largo del mandato. Por ello, ha garantizado que se “esforzará muchísimo” para que la relación con ERC sea cordial.