Los Veintisiete Estados miembro de la Unión Europea han acordado este martes reducir de forma “voluntaria” el consumo de gas en un 15% hasta primavera.
Lo han hecho a nivel de ministros de Energía. De esta forma, a partir del uno de agosto hasta el 31 de marzo de 2023 se reducirá el consumo de este carburante.
Así lo había propuesto la Comisión Europea la semana pasada para afrontar posibles corte de suministro por parte de Rusia.
No obstante, hay excepciones, como España, Portugal e Italia, así como aquellos países que cumplan los criterios de estos tres. En sendos casos, la reducción del consumo de gas será entre el 7% y el 8%.
Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, lo ha confirmado. “El respaldo a todos los niveles va a ser fundamental para poder lograr un ahorro de energía en torno al 7% o al 8%”, señaló.
El texto del reglamento recoge esta excepción. Así, los países del bloque que tengan “infraestructuras que permitan transferir gas pueden reducir de forma importante su objetivo de ahorro”, explicó Ribera.
No obstante, los países que quieran rebajar la ambición de ahorro tener una baja conexión con sus vecinos, comparando con el tamaño de su mercado.
Además, deben demostrar que puede emplear su capacidad exportadora si alguno de los vecinos lo necesitan.
Por otro lado, serán los países quienes tengan la responsabilidad de activar el estado de “alerta” para, a su vez, activar la obligatoriedad del ahorro.
La propuesta inicial de Bruselas era que el Ejecutivo comunitario podría activar, previa consulta con los Estados, la obligación de reducir el consumo de gas. Sólo Hungría se ha opuesto a este acuerdo político.
Al alcanzar este pacto, la Unión Europea vuelve a lanzar un mensaje de unidad a Rusia, que está utilizando la energía como un arma.
De hecho, sin que aparentemente haya razones técnicas, reducirá en 50% el suministro de gas por el Nord Stream 1 a partir del miércoles.