Acuerdo presupuestario definitivo en EEUU

Queda sin decidir el futuro de los dreamers.
Republicanos y demócratas alcanzaron ayer in extremis un acuerdo presupuestario en el Senado por el que se aumenta el techo de gasto en 300.000 millones de dólares durante dos años, pero los dreamers, a los que los demócratas prometieron salvar, continúan bajo la amenaza de la deportación, punto crucial de desacuerdo que motivó el cierre administrativo en enero durante 60 horas. La cobertura legal de los inmigrantes que no han obtenido sus papeles de legalización expira el 5 de marzo, por orden de Donald Trump. El acuerdo inicial firmado entonces prorrogaba hasta ayer la financiación a cambio del compromiso de alcanzar un acuerdo migratorio. A ese pacto los demócratas lo calificaron no como una capitulación sino como el inicio del gran debate, pero ahora ese eje central de discusión ha quedado fuera, oscureciendo el futuro de los dreamers. Trump exige 25.000 millones para la construcción del muro con México a cambio de darles protección. Para los demócratas es una demanda inasumible, algo que ahora el presidente estadounidense ha logrado.
Entre las ventajas del nuevo acuerdo, una es que se termina la provisionalidad presupuestaria que había abierto un ciclo de inestabilidad que llevó al cierre de la Administración el pasado enero. Una segunda, es que se aumente el techo de gasto en 300.000 millones en dos años, que se repartirán en gasto militar, 165.000 millones, infraestructuras, 20.000 millones, crisis de los opioides, 6.000 millones, salud infantil, 5.800 millones, y veteranos, 4.000 millones, además de en otros apartados. A pesar del ensombrecimiento de encontrar una solución a la cuestión de los dreamers, no todo está perdido. La Casa Blanca respaldó públicamente el compromiso de una ley específica sobre migración, algo que también prometió el líder republicano en el congreso, Paul Ryan.