Este miércoles, Turquía ha confirmado la prórroga del acuerdo de exportación de grano ucraniano a través de los puertos del mar Negro. Un pacto que incluye el transporte hacia el exterior de fertilizantes rusos.
El propio Recep Tayyip Erdogan, presidente turco, ha hecho el anuncio. En un mensaje en su perfil oficial en Twitter, ha remarcado que “con los esfuerzos de nuestro país, el apoyo de nuestros amigos rusos y las contribuciones de nuestros amigos ucranianos, se ha decidido extender el Acuerdo del Corredor de Granos del Mar Negro por otros dos meses”.
Asimismo, garantizó que Turquía continuará intentando que se cumplan todas las condiciones establecidas en el acuerdo de exportación de grano.
Además, ha señalado que Rusia se compromete a “no impedir la salida de barcos” desde Mikolaev, al sur de Ucrania, y Olvia, en Crimea.
Así, Erdogan ha mostrado su agradecimiento a los presidentes ruso y ucraniano, además de a António Guterres, secretario general de la ONU.
En ese sentido, ha agradecido su “sincero apoyo”, su “cooperación constructiva” y sus “esfuerzos” en la negociación.
A su vez, ha expresado su deseo para que “esta decisión, que es de vital importancia para el funcionamiento ininterrumpido de las cadenas mundiales de suministro de alimentos y especialmente para facilitar el acceso a los cereales de los países necesitados, sea beneficiosa para todas las partes”.
Por su lado, Maria Zajarova, portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, ha confirmado la prórroga del pacto. Hizo hincapié en que de esta forma Rusia garantiza “no con palabras, sino con hechos” su compromiso con la seguridad alimentaria mundial.
No obstante, ha reiterado la necesidad de “corregir lo más rápido posible” las distintas “distorsiones” del acuerdo. A ese respecto ha indicado que “no ha cambiado” su “evaluación fundamental del acuerdo de Estambul”.
Es decir, Moscú sigue disconforme con parte del pacto ya que, dicen, sí se respetan los intereses ucranianos, pero no los rusos.
Según su versión, las exportaciones de sus fertilizantes no se están cumpliendo, como se recogió en el acuerdo firmado en julio de 2022.
De hecho, esta cuestión fue una de las principales dificultades para renovar el pacto en la última ocasión. Entonces, Rusia aseguró que la extensión del acuerdo sería de 60 días, frente a los 120 que defiende la ONU.