Una incógnita que lleva entregando los científicos desde hace más de 150 años.
Científicos de la Universidad de Bristol y UC Davis, California, bajo la dirección de Tim Caro y Martin How, han descubierto que el propósito principal de las rayas de las cebras es evitar los parásitos que chupan la sangre. El estudio ha sido publicado en PLOS One, de él da cuenta Quo, y revela el comportamiento de los tábanos que vuelan alrededor de cebras en cautiverio y caballos domésticos en una granja de inglaterra. Se han empleado técnicas de análisis de vídeo.
Hasta ahora, se creía que el propósito de la capa bicolor de las cebras era evitar a los depredadores, una mejor regulación del calor o una función social. Con el estudio de Caro y How ha quedado demostrado que aunque las rayas no disuaden los tábanos desde la distancia, se aprecian claras diferencias en la velocidad de aproximación.
Tal es así que cuando estos insectos se aproximaban a las cebras, no conseguían reducir la velocidad suficientemente como para un aterrizaje exitoso.
Según señala Caro, “los tábanos parecían volar sobre las rayas de cebra o chocaban contra ellas, pero esto no sucedía con los caballos. Esta incapacidad puede deberse a que las rayas interrumpen el sistema visual de los insectos durante los últimos momentos de aproximación. Las rayas pueden deslumbrar a las moscas de alguna manera una vez que estén lo suficientemente cerca para verlas con sus ojos de baja resolución”.
El siguiente paso del experimento consistió en cubrir a un grupo de caballos con una pieza de tela de diferentes colores, lisos, blancos o negros, o con un patrón similar al de las cebras. De este modo, se conseguía excluir de la ecuación diferencias en el comportamiento o el olor entre caballos y cebras. El resultado fue que en los caballos cubiertos con la tela se posó menos cantidad de tábanos.
Otra de las conclusiones de la investigación fue acerca del comportamiento de las cebras y los caballos como respuesta a los insectos. Aquellas mostraron un comportamiento preventivo, huyendo o agitando la cola a un ritmo mayor que los caballos. Así, los tábanos que consiguieron posarse en cebras estuvieron menos tiempo, en comparación con las moscas que lo hicieron sobre caballos, además de que fueron muy pocos insectos los que estuvieron el tiempo suficiente como para picar y chupar sangre.
Los tábanos son portadores de enfermedades debilitantes y peligrosas en África, tales como la tripanosomiasis y la peste equina africana. Causan fatiga, habitualmente, la muerte.