1977: el año de la libertad, el cambio y la Autonomía de Andalucía

Por Mari Ángeles Solís del Río.
En 1977 se celebraron las primeras elecciones generales democráticas, tras cuarenta años de dictadura. En cualquier rincón de las ciudades se veía, se respiraba… volvían a ondear banderas de libertad.
Casi dos años habían transcurrido desde que falleciera el dictador, y la tónica característica por aquel entonces eran las manifestaciones pidiendo amnistía y libertad, que arrastraron a gran parte de la sociedad española y que tuvieron su origen en las universidades. El año 1977 marcó un antes y un después en la historia de nuestro país. Se dio punto final a una etapa y se abrieron las puertas a otra, que vendría cargada de luz.
Uno de los pasos que se dieron fue la legalización de los partidos democráticos. Como sucedió en febrero con el Partido Socialista Obrero Español. Y que visibilizó su fuerza, en un mitin de Felipe González, el 6 de marzo de aquel año, en Jaén. Era la fuerza de un partido, el PSOE, que estaba destinado a cambiar, para bien, la historia de este país.
Pasado un mes, en un tranquilo sábado santo, fue el PCE quien recibía la noticia de su legalización. Era claramente la prueba de que las puertas se estaban abriendo a la luz, a la democracia, y el aire limpio se colaba en todas las plazas y calles de España.
Pero, ¿dónde estaba la derecha por aquel entonces? En aquellos años, la derecha aun estaba instalada en el poder y, dominaba de forma patente, las instituciones, los gobiernos municipales, el movimiento cooperativo, etc. De todos modos, intentaron reorganizarse, en el caso de Jaén, en una alternativa dirigida por el mismísimo Manuel Fraga, pero que resultó ser un tremendo fracaso ya que, la lista presentada no obtuvo representación en la Cámara Legislativa, obteniendo incluso menos votos que el Partido Comunista de España.
El año 1977 también fue el año en que la historia dio a Andalucía la oportunidad histórica de reclamar su autonomía. El día 4 de diciembre se celebraron manifestaciones en todas las capitales andaluzas. Centenares de ciudadanos salieron a la calle, reclamando su derecho, en un día lluvioso, que se convirtió en festivo por poder hacer uso de la democracia y la lucha por las libertades.
Indudablemente, este año sirvió de parapente para lo que vendría después, el año 1979: dos procesos electorales. Unas elecciones generales y unas elecciones municipales.
La importancia de estos procesos, principalmente en el caso de las elecciones municipales, radicaba en que, desde aquel momento, los ayuntamientos estarían gestionados por los votos libres, directos y democráticos de los ciudadanos. Supuso un cambio real para los pueblos, porque el poder más cercano, el poder local, se iba a transformar.
Por todos esos acontecimientos, el año 1977, merece ser llamado el año de la libertad, el año en que resurgió la democracia y se empezó a respetar a los ciudadanos. Un año, sin duda alguna, que arrojó luz a la historia y que devolvió la política a las manos de las que nunca debió salir: las manos del pueblo.

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